A unas decenas de kilómetros de Medellín, Colombia, se encuentra un pueblo encantador tanto por sus maravillas naturales como por sus coloridas construcciones: los zócalos de Guatapé.
Breve historia de Guatapé
Fundada en 1811 por el español Don Francisco Giraldo y Jiménez, Guatapé es una ciudad colonial situada en el departamento de Antioquia, al noroeste de Colombia. Antes de la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI, el territorio estaba habitado por grupos indígenas. Estos estaban liderados por un tal Guatapé. Con algo más de 6.000 habitantes, Guatapé está a unos 80 km de Medellín, la capital regional. Tiene vistas a un gran lago artificial, resultado de un enorme proyecto de ingeniería de los años setenta. Se inundaron más de 2.000 hectáreas de terreno para crear el complejo hidroeléctrico que existe en la actualidad. Esta obra transformó por completo la economía local de agrícola a puramente turística, ya que el lago es uno de los principales atractivos de la región, junto con la gran formación rocosa que domina el lugar. El monolito, llamado El Peñón de Guatapé, se eleva 220 metros y a la cima se llega por una subida vertical de más de 700 escalones. Además de por sus paisajes, su lago y su presa, Guatapé también es famoso por sus zócalos, los coloridos paneles decorativos que adornan las fachadas de los edificios.
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Qué son los zócalos
Zócalo, en español, significa ‘zócalo’ (en el sentido de base), ‘rodapié’. Las partes inferiores de las fachadas de los edificios de Guatapé se llaman zócalos, hechos de mampostería o cemento y decorados con colores y figuras. Son obras antiguas y modernas (algunas datan de principios del siglo XX), diseñadas originalmente con fines prácticos, es decir, para proteger las paredes de la humedad y la suciedad. A través de las formas y los colores, cada edificio se convierte en una obra de arte popular, que incorpora motivos tradicionales, símbolos religiosos, geometrías inspiradas en la naturaleza y la historia del país, o incluso retratos y paisajes. Muchas de esas mismas fachadas también están pintadas con colores igualmente vibrantes, creando vistas y paisajes multicolores. Una especie de galería de arte al aire libre. Los zócalos se pintan a mano. Los artistas locales se dedican a la creación y restauración de estos paneles, contribuyendo a mantener viva la tradición. En los últimos años, el gobierno local y organizaciones culturales han promovido proyectos para preservar y mejorar esta forma de arte, atrayendo a turistas de todo el mundo.
La paleta de colores de los zócalos de Guatapé
De Italia a Turquía, de Francia aArgentina, de Marruecos a Polonia, las “ciudades en color” pueden ser una gran inspiración para crear combinaciones cromáticas para muebles y espacios domésticos. Como ya hemos hecho otras veces, hemos intentado imaginar una paleta de colores inspirándonos en los zócalos de Guatapé. Son principalmente colores primarios y tonos muy intensos, pero también hay matices más sutiles. Algunos de ellos son similares a los de nuestra línea Vintage Prestige de pinturas de efecto texturizado. Son muy opacas, a base de agua, inodoras y no contienen sustancias nocivas para la salud y el medio ambiente. Pueden utilizarse en una gran variedad de materiales: madera, metal, vidrio, plástico, tela y pequeñas porciones de pared. 
